Lucrecia

Para ACO

Acepta, pues, y omite la costumbre,
estatua juzga el resto de tus días
y el jade de tus labios da a la lumbre.

 

“El Cardenal Bembo escribe a Lucrecia Borgia”

Luis Antonio de Villena

 

 

Mia cara sorella:

 

No pienses en más islas apacibles / la copa y los perfumes en que fías / todo ya es. Rumores, leyendas e historias se escribirán en torno a tí y, sin embargo, ninguna de ellas será cierta. Sólo yo conoceré nuestra intención y la verdad entre nosotros tres. ¿Importará, acaso, lo que la gente podrá opinar? Lo dudo y no me importa.

Cómo olvidar aquellos días en que, mientras platicaba con Rodrigo, moviendo lentamente la cadera de derecha a izquierda entrabas al salón haciendo que volteáramos a verte. Tu dulce cuerpo delineado, que invadía mis largas noches de sueño, y provocaba el aumento de ritmo de mi corazón, que tocabas al invitarnos a iniciar los juegos carnales. ¿Lo disfrutas, no es así? Sentirte bella, única y deseada. Te diriges a mí pasando tu mano por mi barbilla que deja ese dulce aroma que me cautiva. Rodrigo te atrae hacia él, me inquieta y lo sabes.

Ven, mi amada, te espero en mis aposentos; la cama nos llama. No importa que otras personas hayan pasado por ella, eres tú la indicada, la que me enciende y domina, aquella que despierta en mí… No lo dudes, sólo es a ti a quien deseo. Quiero sentir cómo me atraes, mientras terminas de desnudarme. Tus uñas me rasguñan el pecho; lo disfruto y cierro los ojos cuando lames la herida. Mis manos recorren tu espalda mientras beso tu nariz, tu frente, tus orejas y el cuello; lo giras y cierras los ojos. Nuestros sexos están juntos, calientes y firmes; de nuevo nuestros labios mientras me ordenas en susurros combinados con gemidos. Me pellizcas por partes, te ríes de mis reacciones provocándote hacerlo con mayor fuerza, hay un poco de dolor que es exquisito. Te penetro con fuerza, como me pides para después alentar el paso. Tú ordéname, sabes que estoy dispuesto a todo. Cómeme mientras yo deseo que lo nuestro nunca termine. Ven, te sigo esperando.

Sabes, reconozco el odio y los celos que llegué a sentir cuando Rodrigo recorría con sus labios tu ser desnudo y recostado como altar. La sangre hervía y la sentía recorrerme. Acepté entrar al juego sólo por ti con tal me dejaras disfrutar de tus dulces aromas, caricias y sabores. No importaba que sintiera sus manos en mí, su aliento en mi espalda mientras yo besaba tus pechos y acariciaba tu abdomen.

Recorría desde tu cuello hasta tus dedos, deteniéndome para quitar, con cuidado, ese anillo blanco que desdeño y ha traído muertes a tus amantes. A veces pienso que un día seremos condenados también y vaciarás ese líquido que se esconde en tu dedo.

El Cardenal Bembo quisiera excomulgarnos por nuestras prácticas incestuosas, mas si observaras cómo te mira, estarías de acuerdo conmigo en que él es tan culpable como nosotros. Incesto, me río de esa palabra. Aquí la sangre no importa, sólo el poder ser tuyo y poseerte. El deseo que desbordas mientras hablas y yo sin poder entrar a ti. ¿Aún lo dudas?

La piel de mi espalda se eriza cuando me devoras con la mirada y pronto termina al sentir los labios de Rodrigo sobre los míos. Cierro los ojos no por placer, sino repulsión. Cómo deseo que sean los tuyos y no los de él. Ayúdame a verter tu líquido en su copa.

Sospecho que él ya sabe de mis planes. No deja de mandarme a distintas empresas diplomáticas en la región. ¿Será posible que algún día pueda expresarte todo mi amor y el placer que me incitas, no por cartas u otros medios que no sea mi voz en tu regazo? Al parecer no lo creo viable. Los celos me invaden cada vez que él te toca y tú reaccionas esplendorosa. Cómo preferiría sólo ser yo pero es imposible. Ser esa persona con mucho poder y consentirte con riquezas. Eso y la muerte de Rodrigo, nuestro padre, es lo que me tiene preocupado, mas es imposible. Lo demás son imposibles.

 

Il tuo amante

                                     César Borgia

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: